jueves, 24 de noviembre de 2011

Es la hora, Vallejo



Cuando la situación amerita el doble de esfuerzo, imponer coraje ante la adversidad, la Universidad Vallejo no deja de caer. El cuadro de Víctor Rivera, lejos de mostrar patentes intenciones de mantenerse en la categoría, parece ponerse trabas a sí mismo y hacerle caso a las erradas declaraciones de su presidente días atrás (“quiero que el equipo descienda” , “toda la culpa es de los jugadores y el comando técnico”) o de quienes desean verlo de vuelta en la segunda división.

Esta vez Unión Comercio hizo burla de su endeble defensa y le endilgó una goleada la cual, a falta de dos jornadas para que el Descentralizado culmine, lo coloca en una ruta harto difícil: 30 puntos, colero junto a CNI y Alianza Sullana, y con dos próximos rivales muy complicados, el desesperado Universitario de Deportes, en Lima, y luego Juan Aurich, en Mansiche.

Empero, el conjunto trujillano, cuya plantilla es una de las mejor pagadas del torneo y fue conformada, según sus directivos, para pelear el acceso a Copa Libertadores, todavía depende de sí mismo y de ganar esos dos partidos estaría salvado. De no ocurrir, tendría que revisar otros resultados. Lo valioso, dentro del pantano de riesgos en el que está sumido, es que tiene varios jugadores rescatables y un entrenador con condiciones para salvar la difícil prueba.
“Es la hora de demostrar de que están hechos” decía a sus guerreros, el rey espartano Leónidas, cuando los tambores de batalla se escuchaban cada vez más fuertes. Hasta la próxima.

Lamula.pe
o.rivasplata@pucp.edu.pe

domingo, 13 de noviembre de 2011

Corramos, todos



Ni de 6.5, 10 o 21 kilómetros, ni discapacitados, escolares o adultos, ni varones o mujeres, con corredores nacionales y extranjeros, grandes premios o no, nada será suficiente si esta mañana, cuando se realice la Media Maratón de Trujillo 2011, no se incorpora un componente fundamental e imprescindible: el compromiso del público. Cada año, y a medida que el certamen ha venido ganando en fama, premios y logística, la afluencia popular, sin embargo, ha ido decreciendo.

Felizmente, eso no ha mermado las ganas del esforzado comité organizador que, para esta edición, ha decidido darle a la competencia una connotación mucho más social e involucrada con la problemática ecológica regional denominándola “Ayudemos al cañán”, en alusión a un típico lagarto norteño que está siendo depredado. Motivo adicional y justo para que los trujillanos, ya sea la alegre vendedora de golosinas, los dispuestos choferes, el atento bombero y hasta la importante policía de tránsito o cualquier ciudadano común, vuelvan a disfrutar con una fiesta deportiva hecha para ellos y que ya cumple 42 años.

Desde las 8 de la mañana, los pelotones iniciarán la carrera y una ‘mancha’ de camisetas blancas con numeros impresos se trasladará por las principales calles de la ciudad. ‘Corramos’, con ellos. Hasta la próxima.

o.rivasplata@pucp.edu.pe

miércoles, 9 de noviembre de 2011

La película crema


Si la actual cartelera mediática policial tiene su propia y exagerada novela “la maldita asesina del pobre Ciro” el plano deportivo tampoco se queda atrás y ya lleva varios capítulos de una con mucho de trágico también. Bien podría llamarse “los que pudrieron la crema” o “Terror en la ‘U’”. Narra las penosas situaciones que una institución tan respetada y querida debe soportar por parte de unos directivos que al paso de los años la han venido usando como medio de enriquecimiento personal y canibalizado hasta dejarla, a fines del 2011, quebrada y al borde del abismo.

Camisetas con números pintados con tiza, su principal estadio cerrado, sus locales embargados, planillas fraudulentas, cheques sin fondo, cinco meses sin pago a sus jugadores o trabajadores y, el clímax de la vergüenza, un equipo que se presenta a un partido oficial con sólo nueve futbolistas, han sido algunas de las penosas secuencias que los medios, lógicamente, no dejan de promover.

Los protagonistas: el terrible ‘Gordo’ González como principal, un tipo que saqueó las arcas merengues y sumó deudas cuantiosas mientras el club lograba títulos y ahora sólo silba bajito mientras se ríe del faenón que perpetró; otros como el ‘Tatán’ Aspauza, ‘Perochena’ Mallqui, el ‘Django’ Pinasco, la ‘Máscara’ Manassero, Nolli, Linares y varios más hasta llegar al insensato ‘Choclito’ Pacheco y los heroicos integrantes del plantel de fútbol quienes se niegan a claudicar en defensa de su glorioso club, completan la lista de actores. Ojalá esta trama no tenga un feo final. Hasta la próxima.

Oswaldo Rivasplata G.
Diario La Industria




miércoles, 2 de noviembre de 2011

Lo barato sale caro

Hace unos meses le comentaba a un alto dirigente del club Universidad César Vallejo (UCV) mi negativa percepción por la lista de refuerzos que el equipo había adquirido para asumir el torneo descentralizado de este año. Más aún si los jugadores que llegaban no estaban a la altura de varios de los que dejaban el plantel. Uno de esos purgados era un volante creativo con vasta experiencia internacional y ex jugador de la selección colombiana.

“La prensa no lo quiere y, además, cuesta muy caro”, me respondió cuando le consulté las razones. Quizá el directivo, dentro de su corta experiencia como tal, no analizó que la capacidad de un empleado vale según lo que produce. Y Mayer Candelo, además de anotar once veces fue el mejor asistidor que tuvo el cuadro trujillano. Más del 50 por ciento de tantos que logró la UCV esa temporada fueron por participación directa del ex Juan Aurich.

El tiempo, lamentablemente, no le ha dado la razón al directivo poeta. Hoy, Candelo se ha convertido en el mejor futbolista del Millonarios de Colombia y el último sábado anotó un golazo de antología para darle el título de la Copa Colombia a su equipo ante el Boyacá Chico. Aquí, en tanto, nuestro representante en el fútbol profesional cumple una campaña pobre y es serio candidato al descenso. Además, todos sus muchos refuerzos han decepcionado al punto que su presidente dice querer deshacerse del equipo. Un ejemplo de que, muchas veces, lo barato sale caro. Hasta la próxima.

Oswaldo Rivasplata G.
Diario La Industria de Trujillo