lunes, 8 de abril de 2013

EL MEJOR REGALO



Dicen, con absoluta certeza, que las pagas más importantes son las espirituales. Esas de mirada feliz y corazón fervoroso. De tipos humildes pero esforzados. Corajudos y rebeldes ante la carencia.

Aquí, en Trujillo, donde el clima se burla, los políticos dan pena y la delincuencia hace picnic, hay mucho de eso. De miles de atletas que no se resignan ante un sistema deportivo en crisis – la Educación Física, por ejemplo, es un curso optativo en los colegios mientras muchas ligas sobreviven- y siguen para adelante. Son héroes del ejercicio. Triunfadores al amparo de sus padres poniendo la plata, alguno que otro dirigente coordinando y otro entrenador quien entrega su tiempo incondicionalmente mientras la masa sólo quiere ver fútbol y más fútbol. Sacrificio máximo.

Por eso es tan valioso reconocerlos, incentivarlos. Hacerles saber que no están tan solos. Y esa ha sido la intención de los organizadores del Premio Anpdep 2012 – Noche de Campeones para los más destacados del año ido. Andrea Cedrón – nadadora olímpica- fue la mejor en el plano general y hubo momentos muy emotivos como la entrega del Premio Corazón a la gimnasta especial Sharon Prieto o el reconocimiento al ex nadador discapacitado Walter Terrones.

Y se generaron debates en cuanto a los elegidos por cada disciplina, lógicamente. Pero, para quienes asistimos, también hubo un sentimiento unánime: ganamos todos. Atletas, directivos, organizadores y todos aquellos que no se rinden. Y ese es el mejor pago que se puede recibir.
Hasta la próxima.
o.rivasplata@pucp.edu.pe

viernes, 5 de abril de 2013

DESAGRAVIO


Las pasiones superan las razones. Tan clarito como relámpago en noche cerrada. Y en deportes tan vibrantes y multitudinarios como el fútbol, esos ejemplos tienen mayor continuidad. Allí, en las gradas de cualquier estadio, se hacen inmensas, agitadas; se aglutinan hasta desatarse y volverse incontenibles como la sombra avanza cuando el sol declina. Sin importar nostalgias o grandes tiempos idos, idolatrías, edades o cualquier condición.

Lo he visto varias veces. Y, lamentablemente, otra vez hace unos días, en el estadio Mansiche. Jugaban el popular Mannucci y el novel Sport Vallejo. En la primera parte Juan Caballero, entrenador del equipo vallejiano, fue expulsado por el árbitro Moisés Enriquez – de actuación lamentable esa tarde- quien ordenó fuera retirado del campo y ubicado en las graderías. Hasta allí todo normal, con silbidos comunes y gritos previsibles.

Sin embargo, luego que el DT recibirá la sanción, los cientos de hinchas carlistas instalados en la tribuna preferencial, arremetieron contra él de la manera más vil. Insultándolo sin parar y arrojándole algún objeto que quien fuera goleador y salvador del conjunto trujillano – en 1991, tres tantos suyos contra Sport Pacífico de Tumbes mantuvieron a Mannucci en primera - no merece.  Probablemente, muchos, entre quienes lo agraviaron, fueron los mismos que vivieron tantas alegrías con sus actuaciones.
Sólo para recordar, Caballero, según el gran Elder Lázaro, es el mejor futbolista trujillano de toda la historia. Jugó en la primera división española, selecciones nacionales y fue anotador en diversos cuadros locales y extranjeros. Y, principalmente, siempre ha demostrado ser un profesional correcto. Un ejemplo para la sociedad deportiva local.

Que nunca más ocurra. Aunque se diga que las pasiones, sobre todo en el fútbol, superan las razones.
Hasta la próxima.

lunes, 1 de abril de 2013

¿HASTA CUANDO, KUKIN?



Como tantas veces cuando era futbolista profesional, Carlos Flores volvió a ser noticia no por sus méritos deportivos. Ya no fueron sus peleas a cuchillo con ‘Machito’ Gómez, las escapadas de concentraciones, expulsiones de equipos por indisciplina o apariciones desnudo a media noche en las calles de Iquitos. Esta vez, ebrio, intentó trepar a la ventana de su departamento en el Callao y cayó desde el quinto piso, aunque algunos aseguran que intentó suicidarse. Fracturas y contusiones sufrió esta vez.  Tan lamentable como el triste fin de la carrera deportiva de un volante que grafica lo que nunca debe hacerse y mucho menos quien tiene evidentes capacidades para triunfar.

‘Kukín’ debutó a los 17 años en Sport Boys, actuó en Alianza Lima y Universitario – entre otros clubes locales- y también en elencos de Arabia, Grecia, Brasil, Colombia y Argentina sin mucho suceso.  Lamentablemente, su accidentada vida familiar, apego a las drogas y poca responsabilidad siempre mermaron sus posibilidades al punto que en toda su trayectoria no tuvo más de cinco partidos oficiales con la selección mayor. En los últimos meses,  inactivo, casi suplicaba volver al cuadro rosado –ahora en segunda división-  y despedirse dignamente del balompié. Tras lo sucedido, ya ni eso podrá cumplir pues difícilmente volverá a jugar oficialmente.

Quienes de verdad desean ayudarlo, deberían, lejos de promover su presunta condición de ídolo, internarlo en un centro de rehabilitación hasta lograr su total recuperación. De lo contrario, pronto lo encontrarán tirado sobre un montón de basura y suplicando por unas monedas, caso el excampeón latinoamericano de box, Mario Broncano. Y, en ese momento, sí podría ser muy tarde.
Hasta la próxima.
o.rivasplata pucp.edu.pe