martes, 29 de enero de 2013

Que no se rompa la copa



Pocas veces, dentro de un partido de fútbol, el dominio de un equipo sobre el otro es tan abrumador, tan intenso. Sobre todo en esta época donde las estrategias de juego se hacen tan meticulosas, elaboradas casi con rigor científico y cada vez hay menos libertad para la espontaneidad o la inspiración. Hoy, en suma, el fútbol es más equilibrado, mucho más parejo.

Pero siempre habrá excepciones.  Y en su debut en la Copa Libertadores, el pasado jueves, la Universidad César Vallejo sí que fue sometida por el Deportivo Tolima al punto de convertir en ‘’héroe” al portero Salomón Libman quien, en repetidas veces –y en otras los palos-, evitó que el cuadro colombiano – con 10 hombres buena parte del cotejo- hiciera más goles y lograra un resultado mucho más justo que el mezquino 0-1.

Sin embargo, ese marcador no deja de ser remontable para el cuadro local en el partido de vuelta. Pero, para lograr el objetivo será fundamental mejorar y mucho.  Sobre todo en la línea defensiva, muy floja ante los cafeteros y con centrales muy lentos (Galván y Contreras)  y la zona media, que nunca tuvo posesión de la pelota o apretó en la marca y ni pudo generar ocasiones claras en ataque.

 De no ocurrir, la eliminación llegará y nos dará la razón a quienes hemos cuestionado los refuerzos que para el torneo continental realizó el cuadro poeta. El DT Víctor Rivera y su plantilla tienen la palabra este 31 en el estadio Mansiche.
Hasta la próxima.
o.rivasplata@pucp.edu.pe

sábado, 26 de enero de 2013

DIRIGENTES, EL BUENO Y EL MALO



“Para cojudos los dirigentes deportivos” decía, enfático, un conocido director periodístico trujillano años atrás, mientras caminaba por la sala de redacción. Y no lo entendí muy bien hasta que tuve que, decenas de veces, ‘poner de la mía’ para salvar tal o cual situación con tal o cual grupo de muchachos deportistas. Sin embargo, esas complicaciones de ninguna forma reducen las intenciones de miles de “cojuditos” con corazón de estadio dispuestos a dar hasta su último centavo por el club de sus amores o la liga que dirigen así deban  arriesgar el pan de sus hijos.  Resultan, con absoluto mérito, el verdadero motor del desarrollo deportivo desde abajo en un sistema todavía sin entender a cabalidad la importancia de la actividad física como oponente al consumo de drogas,  alcohol, pandillaje y otros flagelos sociales.

Son esos que luchan por otros, aquellos quienes nunca son abrazados cuando el equipo gana pero si reciben duras críticas cuando pierde. Los que mendigan campos para jugar los partidos del torneo, suplican apoyos por doquier, hacen de masajistas y cargadores y, vaya ironías, todavía deben lidiar con tipos que sólo ocupan un cargo mayor en los estamentos nacionales - caso el Instituto Peruano del Deporte - sólo por ser chupamedias o tener su carnet político bien lustradito y, se supone, están allí para ayudarles. Estos si que molestan y son la cara opuesta de la noble dirigencia. No cojudos peroaprovechados. Son aquellos no sienten la labor dirigencial. Quienes le echan la culpa al gobierno central para justificar medidas insólitas como doblar los alquileres de escenarios deportivos a ligas moribundas y no buscan mecanismos de gestión para defender el fin único de su entidad: masificar la práctica deportiva.  Los que ‘corrigen’ sus errores mediante borracheras o comilonas con su periodista preferido o mantienen la burocracia en una entidad que hace rato colapsa.

Felizmente, y contra esos infiltrados, siempre habrá dirigentes ‘cojuditos’. En Trujillo y el mundo entero. Los que sí valen y se rompen por millones de atletas. Miles  sin nombre pero que merecen aplausos interminables.
Hasta la próxima.

o.rivasplata@pucp.edu.pe

domingo, 13 de enero de 2013

EL CASO ANDONAYRE



Desleal, corrompido y, denigrante montaje en las redes sociales incluido, hasta “vende patria”. Todo tipo de ofensas le han caído a Lee Andonayre los últimos días. La mayoría venidos de hinchas del Carlos Mannucci, cegados por esa fiebre pasional de la llamada religión sin ateos. Y quizá ninguno sin abordar el error que en esencia ha cometido el chocopano: no ser reservado y claro para asumir compromisos y sí, lamentablemente, mediático, de fotos, videos y promesas con camiseta en mano ante miles de fanáticos que lo vieron o leyeron. Allí, y nada más, la fregó.

Pues si bien deshonrar su propia palabra es condenable, también era evidente el riesgo que corría de quedarse en la mera calle si finalmente el elenco carlista no logra ser aceptado en la segunda profesional (condición legal para que, y lo mismo pasa con el volante Tenchy Ugaz, pudiera jugar pues en Copa Perú no es posible). ¿O, entonces, debía creerle a Salaverry, tan cuestionado como su homólogo de enfrente, e imaginarse gritando goles tricolores todo el 2013?

Ya luego, para encender más sus ansias, aparecieron los poetas con billetera gruesa y un contrato que probablemente nunca le hubieran propuesto si no aparecía antes Mannucci, pero que, indudablemente, resultaba más ventajoso y seguro para el cumplidor zaguero de 32 años antes que seguir en la incertidumbre de conseguir trabajo o no.

“A cocachos aprendí” me recitaba mi tía Lolita los versos de Nicomedes Santa Cruz. Ojalá también haya aprendido quien tiene nombre de karateca.
Hasta la próxima.

Oswaldo Rivasplata Publicado en el vespertino Satélite de Trujillo

jueves, 10 de enero de 2013

Ni Maradona, Pelé o Messi



A pocas semanas de que Lio Messi  reciba el Balón de Oro 2012 (¿alguien lo duda?) y se convierta en quien más veces se lo adjudicó, las comparaciones con los vigentes  dioses del fútbol, Pelé y Maradona, se multiplican. Que si fue mejor o menor, más o menos, grande o mediano. O que si uno inventó sus estadísticas, el otro se drogaba y el tercero no es campeón mundial.

Y las opiniones vienen hasta de varios notables. Hay quienes, caso Bianchi, consideran a la ‘Pulga’ el mejor de cualquier época. Otros, como Menotti, ni siquiera admiten dudas y el brasileño es único y punto. Para mi padre, ‘Chulaco’ le decían, el ‘Pelusa’ era extraterrestre.

Y bueno, yo, de gustos variados, que no puedo separar el vino del pisco ni a Gabo de Vargas Llosa, me pregunto: ¿por qué, dentro de una elección tan estrecha, los del pueblo debemos elegir sólo a uno si podemos disfrutar de todos? ¿Cual razón no infeliz cabría para separar a quienes ganaron muchos títulos e hicieron tantas gambetas, huachas, lujos y maravillas hasta hacernos soñar?

Cappa, tan buen DT como intelectual, lo enfoca desde una causa: la fiebre mercantil, esas ganas de venderlo todo que invadieron el más bello deporte como los gringos se metieron a Irak. Y si pudieran también crearían el “Día del Tiro de Esquina” u otras tonterías.

Por tanto, me quedo con los tres. Y hasta con Cruyff y Distefano. Absolutamente grandes y ninguno por encima del otro. ¿O alguien aseguraría que Jennifer López es más “potable” que Shakira?
Hasta la próxima.

Oswaldo Rivasplata
Diario La Industria de Trujillo