Ellas al poder
Cualquier estudio de tendencias
sobre ética entre hombres y mujeres siempre tendrá, duela decirlo, como
ganadores a las del sexo femenino. Ellas siempre serán un poco – o mucho- más
ordenadas o con mayores valores y sí reflexionarán a la hora de coimear al
policía o pasarse la luz en rojo.
En el balompié, reflejo de la sociedad local según
muchos analistas, las damas ganan espacio y ya no sólo hay cada vez mayor
número de ligas femeninas o árbitras sino que también se ponen el buzo y
dirigen equipos femeninos y, fuera machistas, masculinos incluso. Nelfi Ibañez
es un claro ejemplo. Boliviana, no se amilanó cuando en su país le rechazaron
su solicitud de seguir estudios para D.T. y decidió graduarse en Paraguay.
Luego, ha hecho cinco años de exámenes avanzados en la escuela del Barcelona
español al lado de figuras como Frank Rikjkard o Pep Guardiola y dirigido a la
selección femenina de su país.
Tras ello, el destino ha querido
que la madre de dos hijos sea contratada por el Hijos de Ascovinchos, club de segunda preprofesional. Allí tiene a dos
colombianos y un africano entre sus mejores jugadores. Pero, también, recoge la
enorme expectativa de un pueblo – Ate Vitarte- que quiere ver a su
representante en primera división y de otros que deseamos la evolución de
nuestro fútbol en todas sus estructuras. Ojalá le vaya bien y pronto la veamos
al frente de cualquier cuadro grande.
Quizá, y en un contexto mundial donde las
mujeres siguen creciendo, se necesite
más de ellas para, por fin, salvar una federación que se sumerge en el desorden
y la corrupción. Hasta la próxima (desde Cajamarca).
Oswaldo Rivasplata