¡¡HABLA JUGADOR!!
Análisis deportivo por RIGO y algunos otros desadaptados
viernes, 23 de enero de 2015
FALTA EL "DIFERENTE"
Siendo un equipo con fuerte soporte financiero la Universidad César Vallejo contrata algunos jugadores importantes para asumir el torneo descentralizado 2015. Cruzado, Montes, Riojas o Fernández son futbolistas que cualquier cuadro de la élite nacional desearía y que ya trabajan al mando de Franco Navarro en la pretemporada iniciada en Chosica. Sin embargo, y la cuestión es válida teniendo en cuenta el afán de campeonar que repiten sus dirigentes, ninguno de los nombrados resulta trascendental o marca diferencias que permitan proyectar distancias respecto de los otros favoritos sea Universitario, Juan Aurich, Alianza Lima o Sporting Cristal, clubes que también han incorporado elementos de tan o mejor capacidad.
En tal sentido, la UCV necesita complementar esos refuerzos con otro que verdaderamente rompa el panorama de contrataciones, cuyo perfil incluya participaciones en mundiales de fútbol o ligas europeas y sea el escudo de armas de la escuadra que prepara Navarro. Nombres los hay y alcanzables para la economía vallejiana, caso Sebastián Abreu, el crack uruguayo que, según palabras de Richard Acuña, tiene pretensiones que la UCV puede cumplir (aunque centrodelanteros ya haya varios en el plantel).
En ese contexto recuerdo a Oscar Dertycia, el gran atacante argentino que tras jugar en Italia y España vino a Sport Coopsol UPAO en la década pasada y nos emocionó a todos con su calidad y, - tan necesario también para quienes se ponen la camiseta poeta y no sienten la presión quesí hay en otros clubes-, absoluto compromiso.
Hasta la próxima.
(No podía dejar de envía mis condolencias a la familia Uceda Gutiérrez en esta hora tan difícil: Descanse en paz recordada tía Alicia)
Oswaldo Rivasplata
Diario La Industria
martes, 16 de septiembre de 2014
DERROTAR AL MONSTRUO
Oportuno al vacío de oponentes que ha dejado Richard Acuña tras su inhabilitación temporal como directivo e imposibilidad de postular al sillón de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Freddy Ames Hidalgo pretende capitalizar los votos que deja el vicepresidente de la Universidad César Vallejo y enfrentarse al muy controvertido Manuel Burga en las elecciones de octubre en la FPF. Y carga más desventajas que valores en esa lucha: su postulación, que sorprendió a la gran mayoría, se percibe repentina, súbita, dado el poco tiempo que le queda para convencer a los electores (suman 41 entre presidentes de las ligas departamentales y de los equipos profesionales) amén que desde hacía mucho había perdido figuración en la arena política.
A su favor, sin embargo, tiene la eficiente administración que ha demostrado al frente de su club, el Deportivo Coopsol de la segunda división, la experiencia dirigencial – incluso fue unos de los directores de la FPF entre el 2002 y el 2006 al lado del propio Burga - y sus éxitos como empresario, aunque en ese rubro no se incluya su paso como gerente máximo del desaparecido Coopsol-Upao (al que prometió clasificarlo a torneos internacionales pero, finalmente, no pudo evitar su descenso), la década pasada.
“Nombraremos un nuevo entrenador en reemplazo de Pablo Bengoechea y buscaremos clasificar al mundial de Rusia 2018”, ha dicho, enérgico. Veremos si antes puede derrotar al monstruo de siete cabezas.
Hasta la próxima.
o.rivasplata@pucp.edu.pe
Diario La Industria de Trujillo
viernes, 15 de agosto de 2014
LO QUE NO SE DEBE HACER
Si algo tienen, o tuvieron, en común Julio César Uribe y Jean Ferrari no es el juego bonito. El primero hacía arte en la cancha. El segundo, desde otro perfil, lo deshacía. El primero construía. El segundo, básicamente, destruía las intenciones del rival.
Sin embargo, sí hay algo, al margen de que ambos jugaron en la selección peruana de fútbol, que los une como los hilos a los tubos de la zampoña: su vehemencia. O descontrol. ‘Fosforitos’ los dos, Uribe –quien fue boxeador en su adolescencia- salió peleado con muchos entrenadores que lo dirigieron en tanto a Ferrari un diario deportivo lo bautizó como ‘Palomilla de ventana’ por su afecto a la “boquilla”. Hoy, muchos años después, lamentablemente, parecen no recapacitar. Y acorde a un sistema futbolístico chicha, mantienen esa tendencia conflictiva que varios lamentamos. Y dan declaraciones ofuscadas, se insultan con otros técnicos, jugadores e hinchas personalmente o vía las redes sociales, amenazan a tal o cual, se tornan soberbios, se pelean y otras perlas, olvidándose la exigencia que sus nuevas investiduras (uno es entrenador de la Universidad San Martín y el otro gerente deportivo en la Universidad César Vallejo) exigen. Y sino, vale la comparación, miremos a Pep Guardiola y Jorge Valdano, exfutbolistas ambos, y emblemas de los comportamientos que un DT y administrativo deben promover en cualquier institución deportiva.
Paradojas, “¿Y así queremos mejorar o ir al mundial?”, es una frase recurrente en el ‘Diamante’. Que, junto a Ferrari, la escriba 500 veces en un cuaderno, además de la sanción que la ADFP debe darles tras las trifulcas que protagonizaron el último fin de semana y cuales ninguna justificación, sea malos arbitrajes o faltas de respeto, pueden tener.
Hasta la próxima.
Diario Satélite
miércoles, 11 de junio de 2014
AUNQUE NUNCA CLASIFIQUEMOS
Fútbol en la sopa, fútbol en la radio, fútbol en la tele, fútbol en la combi, fútbol, fútbol y fútbol. A pocas horas de que el nuevo opio de los pueblos inicie su vigésima versión, a casi todos, hasta a mi abuelita si estuviera viva, nos envuelve un clima con simulados hurras de fondo y mucho papelito picado. Y vivimos, nos alistamos y planificamos, en la casa, calle o el centro de trabajo, en torno a ese bacanal pelotero de 32 días. Es el fútbol que droga y no distingue razas, ni sexo, ni religiones, ni nada. Que nos arrastra en una marea benevolente. Desde las tierras más lejanas hasta el otro lado del mundo.
¿Y por qué será tanta su acogida?, le pregunte una vez al gran Elder Lázaro. Y claro, si desde el vientre estamos pateando, como si fuéramos futbolistas, me explicaba. Otros, caso el argentino Joaquín Caparrós, aluden a la facilidad con la que se arma un partido: unas piedras, un piso cualquiera y hasta una pelota hecha de puros trapos bastan. Además, a diferencia de otras disciplinas caso básquet, vóley y demás, el momento supremo (el punto, el gol) no se repite tanto, llega con expectativas acumuladas y eso lo hace único, complementaba. De otro lado, sus reglas básicas son muy simples, hasta un niño de cinco años las entiende, dice el escritor mexicano Juan Villoro.
Será pues. Habrá que alistarse para la fiesta universal, ton, y no ser tomado como un bicho raro. Aunque las novias se incomoden y los peruanos nunca clasifiquemos. Aunque haya millones de brasileños también que, como Borges, prefieren odiar el balompié, y día tras día, se manifiestan reclamando mejoras sociales en el país de la samba antes que tanto despilfarro por la Copa. También, habrá que verlo.
Hasta la próxima.
Oswaldo Rivasplata
miércoles, 28 de mayo de 2014
50 AÑOS DE UNA "BOMBA"
Fue el suceso asociado al deporte más doloroso ocurrido en nuestro país. En el Nacional jugaban Perú y Argentina por un cupo a las olimpiadas de Tokio 1964. Al local le convenía el empate y lo lograba tras gol de Víctor “Kilo”Lobatón a los 35’ de la segunda etapa. El árbitro uruguayo, Angel Pazos, sin embargo, decidió invalidarlo por considerar previa jugada peligrosa contra el zaguero argentino Morales, lo que provocó la iracunda reacción de Víctor Vásquez Campos - 31 años-, convertido, a partir de ese momento, en el guardián de prostíbulo más infausto que la historia conozca.
El “Bomba” superó las barreras de seguridad y atacó al juez principal mientras cuarentaicinco mil aficionados enardecían a medida que aquel era duramente reducido por los policías junto a otro desadaptado, Edilberto Cuenca. Cuando la revuelta, en el errado pensamiento del jefe de seguridad, Jorge de Azambuja, se tornaba incontrolable, ordenó arrojar bombas lacrimógenas a las graderías para repeler a los hinchas que amenazaban con invadir al terreno de juego. Algunos de los portones de salida estaban cerrados y decenas de personas que corrieron despavoridas murieron aplastadas o asfixiadas por la turbulencia humana.
El gobierno de ese entonces incluso, preso del miedo, urdió vergonzosas coartadas como acusar a agitadores comunistas de maquinar la tragedia y hasta acalló las versiones de tribunales a cargo.
Se habló, oficialmente, de 284 muertos. Otras cifras extraoficiales – leer La Opera de los Fantasmas, del fallecido Jorge Salazar- superan los 350, incluidos efectivos policiales que fueron masacrados por la turba dentro y fuera del escenario. Cincuenta años, ya. Y una necesaria reflexión respecto de los altos niveles de violencia que en torno al fútbol se mantienen.
Hasta la próxima.
Oswaldo Rivasplata
Diario La Industria
miércoles, 30 de abril de 2014
ACUÑA VS. BURGA
Con una hoja de servicios congresal que reúne pocos méritos, Richard Acuña va ahora por la presidencia de la Federación Peruana de Futbol (FPF). Así lo anunció en conferencia de prensa y, esta vez, dejando de lado especulaciones tal como si pasó en reuniones similares previas. El directivo del club Universidad Vallejo intentará, por tanto, derrotar (o extirpar que es lo mismo) al inefable Manuel Burga y sacarlo de un sillón que debe oler peor que los baños del mercado La Hermelinda.
Ojalá, dándole el beneficio de la duda y teniendo en cuenta su juventud, haya entendido que virar el accidentado camino que lleva la FPF hacia uno llano supone cambios radicales que van desde corrección de estatutos que impidan reelecciones hasta la renovación absoluta de cargos dirigenciales de mediana y mayor jerarquía caso presidentes de federaciones departamentales (muchos con más de 20 años ejerciendo y avalando corruptelas de todo tipo) y también irrestricto respeto a las normas que, como todos sabemos, nadie cumple en esa Casa Verde (no de colores en la carretera Panamericana) que resulta la FPF.
Tal como van las cosas – el ex árbitro FIFA Alberto Tejada no podría postular luego de emitirse una norma que imposibilita concursar a aquellos que no ejercen dirigencia en clubes profesionales o ligas departamentales- Acuña aparece como la única posibilidad de cambio. Su mayor reto preelectoral será convencer a los presidentes de las federaciones departamentales quienes son los que, fundamentalmente, sostienen, con su voto, al actual mandamás. Las elecciones serán en octubre. Que no defraude.
Hasta la próxima.
o.rivasplata@pucp.edu.pe
jueves, 24 de abril de 2014
PREVENCION Y NO REPRESION
No pasaron ni cuatro semanas desde que fueron condenados los asesinos del hincha de Alianza Lima, Walter Oyarce, para que otra vez la violencia en el fútbol reaparezca con niveles mortuorios. Ahora le tocó el turno a Bryan Huamanmendoza, un fanático de Universitario de Deportes de 19 años de edad quien recibió un balazo en el pecho tras una de las comunes reyertas entre propios barristas por una presunta disputa de entradas para el partido entre el cuadro crema y el Sport Huancayo, el pasado sábado.
El hecho ha revelado, además, que los protocolos de seguridad firmados por los clubes profesionales y la ADFP ante el Mininter son también letra muerta y que el terreno donde se movilizan estos malos hinchas es tierra de nadie. Donde lideran los más avezados, donde dirige el más corrupto, donde la droga y el alcohol antes y durante cada partido son moneda corriente mientras la policía reclama su parte y a los dirigentes sólo les importa que el aliento a sus jugadores no cese.
Y, casi de inmediato, como es típico también, se han lanzado nuevas y diversas propuestas de solución para una problemática que sigue creciendo y cobrando víctimas. Sin embargo, la mayoría resultan populistas o muy facilistas, caso cerrar los estadios, entregar las entradas gratuitas sólo a colegios o prohibir la existencia de barras, y que no miran el conflicto desde adentro y en una óptica multiprofesional. Pues de nada sirve reprimir a los jóvenes cuando tienen un carácter ya consolidado y, en grandísima medida, forjado en miles de horas en barrios violentos, familias disfuncionales y consumo de licor o estupafecientes. ¿Acaso los miles de barrabravas aceptarían que les impidan el ingreso a los escenarios y hasta los directivos de equipos lo asumirían sin el menor reparo? La respuesta es obvia.
Lo que cabe, además de reglamentar la ley de barras bravas que sigue en proceso, es abordarlos desde dentro en una perspectiva de largo plazo e involucrando a profesionales diversos – desde comunicadores hasta psicólogos y sociólogos- quienes, sectorizándolos según zonas o edades, permitan instalar medidas de previsión (capacitación, vigilancia de los grupos, monitoreo y sanción) y reorientación. Vale decir, más prevención antes que represión, como bien formula don Walter Oyarce. ¿O algún insensato supone que sólo con nuevas prohibiciones el dilema estará solucionado?
Hasta la próxima.
Oswaldo Rivasplata
Vespertino Satélite
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