Dicen, con absoluta certeza, que las pagas más importantes
son las espirituales. Esas de mirada feliz y corazón fervoroso. De tipos
humildes pero esforzados. Corajudos y rebeldes ante la carencia.
Aquí, en Trujillo, donde el clima se burla, los políticos dan
pena y la delincuencia hace picnic, hay mucho de eso. De miles de atletas que
no se resignan ante un sistema deportivo en crisis – la Educación Física, por
ejemplo, es un curso optativo en los colegios mientras muchas ligas sobreviven-
y siguen para adelante. Son héroes del ejercicio. Triunfadores al amparo de sus
padres poniendo la plata, alguno que otro dirigente coordinando y otro
entrenador quien entrega su tiempo incondicionalmente mientras la masa sólo
quiere ver fútbol y más fútbol. Sacrificio máximo.
Por eso es tan valioso reconocerlos, incentivarlos. Hacerles
saber que no están tan solos. Y esa ha sido la intención de los organizadores
del Premio Anpdep 2012 – Noche de Campeones para los más destacados del año
ido. Andrea Cedrón – nadadora olímpica- fue la mejor en el plano general y hubo
momentos muy emotivos como la entrega del Premio Corazón a la gimnasta especial
Sharon Prieto o el reconocimiento al ex nadador discapacitado Walter Terrones.
Y se generaron debates en cuanto a los elegidos por cada
disciplina, lógicamente. Pero, para quienes asistimos, también hubo un
sentimiento unánime: ganamos todos. Atletas, directivos, organizadores y todos
aquellos que no se rinden. Y ese es el mejor pago que se puede recibir.
Hasta la próxima.
o.rivasplata@pucp.edu.pe