Si a esta hora hay hinchas muy emocionados en Trujillo esos
son mannuccistas. Y las razones sobran. El popular cuadro local ha tenido un
comienzo de campeonato que, si bien no dista mucho de anteriores temporadas,
genera mayor confianza por algunos cambios evidentes:
1. Mejor plantilla: Esta vez ha sabido elegir y tiene muchos
jugadores con amplio recorrido en el profesionalismo que, para soportar los
duros tramos y presiones de la Copa Perú, son fundamentales. Basta repasar los
planteles campeones de ese torneo en los últimos años para darse cuenta que es
así. Además, ahora hay varios elementos trujillanos y de clara identificación
con el equipo.
2.
Ritmo
de competencia: Llegada la fase regional – que es cuando empieza la etapa dura
del certamen- Mannucci debería tener decenas de horas de juego efectivo y
futbolistas en plena forma, ya no con sólo cuatro o cinco partidos en el año y esquema táctico no consolidado.
3.
Base
conocida: La médula del cuadro carlista la conforman deportistas que vienen actuando juntos desde
hace muchos años y se conocen muy bien dentro del campo.
4.
Mejor
labor directriz: Pareciera, hay directivos más comprometidos, trabajando en
cancha y siempre dispuestos a solucionar
los problemas que se presentan.
5.
Comando
técnico: A diferencia del 2012 con Ramón
Mifflin, hay un DT con actividad permanente en las últimas temporadas y
recorrido aceptable, caso Eusebio Salazar.
Sin embargo, estas fortalezas de nada
servirán si todos los componentes del club no asumen al cien por ciento sus
responsabilidades. La Copa Perú debe ser el torneo más desgastante y
sacrificado que exista, con más de 10 mil equipos participantes y solo un
ganador, que se juega en climas extremos y situaciones de enorme riesgo, contra
jueces corruptos y directivos igual. Por tanto, un pequeño descuido puede ser
fatal.
Trabajar el triple, de sol a sombra,
con honestidad y sin suponer que la ‘pendejada’ es la mejor arma, es la mejor
receta.
Hasta la próxima.
o.rivasplata pucp.edu.pe
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