Con una hidalguía que ya quisiera ver seguido en el balompié
local y le hace muy bien al fútbol, Massimiliano Allegri, el director técnico
del AC Milan, reconoció la inobjetable derrota ante Barcelona y eliminación en
cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa: “Hicimos lo posible, nos
ganó el más grande del planeta y el más bueno”
Es que, y sigo tomando las palabras del italiano, dos o tres
partidos perdidos no condenan a un gran equipo. Sin embargo, era lo que
acontecía en torno al club azulgrana tras caer ante el propio cuadro rossonero
– 2 a 0 en el choque de ida del mismo torneo - y luego dos veces frente al Real
Madrid. Envidia no sana.
Tras esas derrotas no pocos proyectaban el fin de un ciclo,
la terminación de una etapa gloriosa. Como si tanta clase demostrada no
mereciera tolerancia. O como “si rogaran para ser eliminados”, declaró Messi,
incómodo, días antes. No querían suponer que se trataba de una racha, del
proceso negativo que cualquier equipo soporta en algún momento. Felizmente, la
belleza no muere, sólo se renueva.
Y el Barza volvió a lo grande y siendo leal
con su estilo: presión al rival, posesión del balón y verticalidad. Para
alegría de quienes defendemos el más popular de los deportes en toda su
esencia: un juego, que se debe jugar bien.
Hasta la próxima.
o.rivasplata@pucp.edu.pe
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