domingo, 13 de abril de 2014
CON MAS PENA QUE GLORIA
Cuando el fútbol nacional más requiere de exportar a sus figuras jóvenes para corregir y consolidar su formación, la situación empeora. Pues se ha hecho costumbre que los futbolistas peruanos que emigran, sobre todo a ligas europeas, regresen en poco tiempo tras no dar la talla. Le pasa hoy a Edison Flores, el promisorio atacante que apareció con notables condiciones en Universitario de Deportes tres temporadas atrás, luego campeón de la Copa Libertadores Sub 20 y puntal en el seleccionado de esa categoría y que fuera vendido al Villarreal de España. El cuadro crema anunció que el ‘Orejas’ vuelve para reforzarlo durante dos años. Diecinueve meses estuvo en el ‘submarino amarillo’ y no jugó ningún partido en primera división.
Su caso es similar al de Hernán ‘Churrito’ Hinostroza, que prefirió retornar a Perú antes que intentar anclar en algún otro club belga (perteneció al Zulte Waregem) que lo devolvió tras no mejorar su rendimiento). Junior Ponce lo mismo: en el Hoffenheim de Alemania recaló algún tiempo antes de ser prestado a otros clubes de ese país o brasileños y volver con más pena que gloria a Alianza Lima. Reimond Manco (de Holanda y México), Luis Advíncula (de Ucrania, Alemania y Brasil), Raúl Ruidíaz (Brasil), Carlos Ascues (de Portugal), Iván Bulos y varios más integran la lista de recientes fracasos. Y quizá a Yordy Reyna, quien ya lleva su segunda temporada en Austria sin ser considerado en el equipo principal del Salzburg, lo tengamos pronto de vuelta. Mientras, los principales elementos juveniles de Colombia, Ecuador, Chile y Paraguay siguen triunfando en el viejo continente.
El pobre trabajo de formación y el endeble nivel competitivo del balompié peruano son dos de las razones para entender el problema. Y argumentos sobran.
Hasta la próxima.
o.rivasplata@pucp.edu.pe
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