Ya sólo ver las imágenes repetidas por televisión resulta terrible. Al disputar un balón con intensidad el pie se le queda enganchado sobre el césped y las consecuencias fueron lamentables. Luxofractura de tobillo y tibia izquierdos. Una lesión que, como plazo mínimo, lo tendrá cinco meses alejado de los campos de juego.
Son los riesgos al que todo centrodelantero está constantemente expuesto debido a las marcas muy duras y choques permanentes. Sino basta recordar al ex goleador argentino Gabriel Omar Batistuta que hoy no puede caminar más de 15 minutos continuos pues sus tobillos no lo soportan; casi lo mismo que el brasileño Ronaldo, retirado prematuramente del fútbol por varias operaciones a ambas rodillas. “Gajes del oficio” diría Claudio Pizarro, quien en la última fase de su carrera se resiente continuamente.
Sin embargo, el ‘9’ trujillano siempre ha sido perseverante. Esta vez ha sufrido la peor lesión de toda su trayectoria y, lejos de caer en la pesadumbre, ha asumido con optimismo la situación: “gracias a todos por su apoyo… es la voluntad de Dios y hay que aceptarla… algo mejor vendrá”, ha declarado el jugador de Argentinos Juniors. La fe que también demostró hace año y medio, cuando contrajo una rotura de ligamentos cruzados que le obligó a muchos meses de inactividad y jugaba en el Deportivo Quito ecuatoriano. Esa voluntad férrea que le motivó a obviar cuestionamientos y burlas de muchos que no le veían ningún futuro como goleador, en sus inicios dentro del profesionalismo.
La misma convicción que, estamos seguros, lo traerá de vuelta para triunfar en una de las ligas más importantes del mundo y seguir vistiendo la camiseta de la selección nacional. Fuerza, José Carlos Fernández.
Hasta la próxima.
Oswaldo Rivasplata
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