“No puedes querer lo que no sientes” refería don Juan al forastero Oswaldo Martínez, en un pasaje de La Serpiente de Oro, la notable historia de Ciro Alegría que leí dos veces y me encantó ci...
nco. El viejo balsero intentaba explicarle que el hombre de ciudad difícilmente podrá entender – amenos que tenga una sensibilidad extrema- el íntimo vínculo entre el nativo y su entorno natural, iniciado desde su procreación y fortalecido al paso de los años y vivencias que la pacha mama vigila.
En esas actitudes tan ancestrales, probablemente, empezaron a cultivarse el amor por lo propio, por el lar, donde uno se forjó. Y varios son capaces, entonces, de dar la vida por su tierra o, en todo caso, esforzarse más que aquel otro también luchador pero foráneo.
Pasa muchas veces también en diversas actividades sociales como el fútbol. Donde el Real Madrid casi no tiene madrileños. Donde quisiera ver un cuadro que nos represente auténticamente en esta región en que los buenos futbolistas no abundan pero sí hay varios desde Virú hasta Pacasmayo o Huamachuco hasta Pataz. Como los tuvo el antiguo Alfonso Ugarte con Quipuzco, Larios y Chicamero. O el venerado Mannucci con el casagrandino Bobadilla, el vallino Olivares, los laredinosRubiños y Heredia, los pacasmayinos Paredes y Chávez, el porvenireñoMalqui y el esperancino Delgado, o los Ledesma,Silva, Caballero y tantos trujillanos que a través del deporte más popular del mundo nos dieron lo queurgimos en estas sociedades tan desarraigadas y tomadas por la delincuencia: generación de identidad. Querer lo propio. Como hace, por citar un ejemplo, el FBC Melgar, que tiene 12 arequipeños en su plantilla.
Hoy, la Universidad Vallejo – que cumple gran campaña en el Descentralizado- ha incorporado a dos jugadores de nuestra geografía: Ascoy y Cueva. Guadalupano el primero y huamachuquino (vivió allí desde los dos años) el segundo. Y, quizá sin habérselo propuesto, da los pasos hacia la formación de un cuadro que nos identifique, que fortalezca nuestro cariño por la alguna vez llamada Capital de la Cultura. Y sólo me queda alabar tal decisión.
Hasta la próxima.
o.rivasplata@pucp.edu.pe
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En esas actitudes tan ancestrales, probablemente, empezaron a cultivarse el amor por lo propio, por el lar, donde uno se forjó. Y varios son capaces, entonces, de dar la vida por su tierra o, en todo caso, esforzarse más que aquel otro también luchador pero foráneo.
Pasa muchas veces también en diversas actividades sociales como el fútbol. Donde el Real Madrid casi no tiene madrileños. Donde quisiera ver un cuadro que nos represente auténticamente en esta región en que los buenos futbolistas no abundan pero sí hay varios desde Virú hasta Pacasmayo o Huamachuco hasta Pataz. Como los tuvo el antiguo Alfonso Ugarte con Quipuzco, Larios y Chicamero. O el venerado Mannucci con el casagrandino Bobadilla, el vallino Olivares, los laredinosRubiños y Heredia, los pacasmayinos Paredes y Chávez, el porvenireñoMalqui y el esperancino Delgado, o los Ledesma,Silva, Caballero y tantos trujillanos que a través del deporte más popular del mundo nos dieron lo queurgimos en estas sociedades tan desarraigadas y tomadas por la delincuencia: generación de identidad. Querer lo propio. Como hace, por citar un ejemplo, el FBC Melgar, que tiene 12 arequipeños en su plantilla.
Hoy, la Universidad Vallejo – que cumple gran campaña en el Descentralizado- ha incorporado a dos jugadores de nuestra geografía: Ascoy y Cueva. Guadalupano el primero y huamachuquino (vivió allí desde los dos años) el segundo. Y, quizá sin habérselo propuesto, da los pasos hacia la formación de un cuadro que nos identifique, que fortalezca nuestro cariño por la alguna vez llamada Capital de la Cultura. Y sólo me queda alabar tal decisión.
Hasta la próxima.
o.rivasplata@pucp.edu.pe
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