viernes, 20 de septiembre de 2013

NO ES CULPA DE LOSTAU


“ ¿Por qué cada vez que el Perú pierde le echan la culpa a los árbitros?”, me preguntaba mi sobrino hace dos noches.  Con 11 años de edad sus tendencias al prejuicio son, lógicamente, menores y dice lo que siente sin menos recelo. Con los adultos no pasa tanto y con mayor razón si está de por medio el herido orgullo patriotero de ver una selección que pierde porque, sencillamente, no supo aprovechar las oportunidades que tuvo ante el rival matrero y un juez  mediocre que se equivocó para ambos bandos. Pues, Lostau, así como dejo pegar con alevosía a los charrúas y debió expulsar al menos uno, también se comió un penal claro contra Cavani. Incluso, pregunto: ¿qué diríamos ahora si Muslera no atajaba el primer disparo al arco de Pizarro en clara posición adelantada y metíamos el primer gol?  
En esa línea las palabras del propio Pizarro resultaron adecuadísimas, tras el partido: “No hay árbitro que influya si hacemos las cosas bien, si no nos dejamos llevar por las provocaciones y estamos concentrados pero, lamentablemente, todo el tiempo hacemos lo mismo” en clara alusión a los errores infantiles que, caso Yotún, se cometieron.

Adicionalmente, y dejando al juez de lado, hay un tema de fondo que sirve para entender mejor otra nueva decepción: falta de jugadores de jerarquía. Con dos, tres o cuatro futbolistas de categoría internacional no basta cuando nuestros rivales suman decenas con nivel A1 triunfando en Europa y cuajados para competencias de extrema presión.  Anta tal realidad quedamos supeditados a triunfar eventualmente y terminar rogando con calculadora en mano. Sino que lo digan Maturana, Uribe, Ternero, Autuori, Chemo y otros más que con muchos de los que tiene  ahora Markarián fracasaron.  

Y si Cristhian Ramos comete errores es porque es parte de la peor defensa del mediocre campeonato descentralizado (la del Aurich), si Advíncula, que parece sólo le interesa correr y correr como desbandado,  alterna en el Ponte Preta es porque de Europa lo devolvieron dos veces (y ni Revoredo, Guisazola, Carmona y cien más rindieron como se requería en ese puesto) , si el desconocido Vargas juega 45 minutos es pues, lamentablemente, no hay más para esa posición (¿o Ampuero, Vílchez y tienen la calidad requerida?), si Ballón volvió a San Martín es porque en River Plate decepcionó, si el mismo Guerrero que pierde la paciencia con tanta facilidad, si Ramírez, si Hurtado, si Carrillo, si Lobatón, si Manco, si Chiroque…

Hasta la próxima.

Oswaldo Rivasplata

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