viernes, 1 de noviembre de 2013

¿BALE O NO BALE?


Cuando el balompié es tocado por el puro negocio y descuida sus orígenes, pierde sentido, escribe Angel Cappa en el libro ¿Y el fútbol dónde está? Olvida su esencia  de juego, dignidad y hermandad para ser violado por la mezquindad moral del mercantilismo, de ganar a como dé lugar,  de los dirigentes que primero quieren rentabilidad y no honestidad.

Y esa miasma pelotera alcanza para todo y cada vez peor. Para recibir coimas  y decidir sedes de mundial, programar partidos a las 11 de la noche o 10 de la mañana en climas impíos,  construir estadios faraónicos que se burlan  de los millones de oprimidos en Brasil o hasta pagar 100 millones de euros por Gareth Bale, el  galés que concentró una pugna titánica entre ostentosos clubes europeos  de la que único y exclusivo beneficiado fue él. Pues, ni por asomo, sus capacidades están para tanto dinero. Pero, dada la coyuntura (el Real Madrid había perdido la lucha contra Barcelona por inscribir a Neymar y debía – vaya brutalidad- resarcir su honra manchada y la de sus hinchas contratando a otro famoso), terminó siendo el nuevo jugador más caro de la historia.

Y, tras sesiones físicas y  partidos de tibio rendimiento,  el ex Tottenham jugó de titular en el clásico español  en medio de una expectativa desbordante. “Hoy verán al mejor Bale” había dicho, antes del choque del último sábado, el DT blanco, Carlo Ancelotti.  Sin embargo, el delantero tuvo que ser sacado en la segunda parte por un rendimiento muy pobre. Quizá Ancelotti debió aclarar si se refería a su peinado y pinta cuando lanzó la advertencia. Y los directivos de su equipo leer más a Cappa o Menotti.

Hasta la próxima.

Oswaldo Rivasplata

Publicado en el diario La Industria de Trujillo

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