Tal como estaba previsto, Trujillo, en anuncio venido desde la propia asamblea de la Organización Deportiva Bolivariana, en Río de Janeiro, fue ratificada como sede principal de los Juegos Bolivarianos 2013, evento que convoca a casi cinco mil atletas de Panamá, Bolivia, Ecuador, Colombia, Venezuela, Chile y el anfitrión. Además, probablemente, tomen parte en esta edición delegaciones de Argentina, Paraguay, Guatemala, España y México.
Sin embargo, la responsabilidad, si bien nos llena de orgullo, tanto nos pondría los pelos de punta si reflexionamos sobre los terribles índices de violencia que siguen incrementándose y hacen de la Capital de la Cultura una metrópoli insegura para cualquier visitante. En tal sentido, y en la plena intención de que esta competencia no corra altos riesgos, se impone, ya, planificar un programa que incluya dentro, de las varias subcomisiones que deben formarse – e integradas por directivos probos y con trayectoria antes que arribistas o sólo partidarios- , reducir y controlar los niveles de asaltos, asesinatos o cualquier acto de extrema violencia que cada día copan titulares de los medios de comunicación locales.
El mundial juvenil de voley que se jugará en julio de este año y tendrá al coliseo Gran Chimú como una de sus locaciones, debería ser un termómetro para evaluar ese tipo de planeamientos.
Y es que, no basta con la anunciada construcción o renovación de escenarios deportivos. Felicitémonos, pero, también, pongamos manos a la obra inmediatamente. Hasta la próxima.
Oswaldo Rivasplata. Vespertino Satélite.
No hay comentarios:
Publicar un comentario