En el 2009, José ‘Chemo’del Solar dirigía la selección nacional y hacía convocatorias más raras que un perro con dos colas. Incluso, en todo su proceso llamó a casi 70 jugadores y convirtió, como luego diría Juan Carlos Oblitas, al combinado patrio en un logro sin esfuerzo para cualquier futbolista. Pero ni siquiera ese acceso fácil y masivo hacía justicia con un mediocampista que, llegado el 2011, se ha convertido en una suerte de pelotero embrujado. De otra forma, no entiendo como un volante con la prolijidad y clase que demuestra desde hace tiempo Jhon Hinostroza nunca ha tenido oportunidades en la selección mayor.
Su notable accionar ante el colombiano Once Caldas – donde fue constante receptor de balones y sólo falló dos pases en todo el partido-, hace dos noches, nuevamente ha puesto en el tapete la discusión sobre la negativa de cada entrenador de turno en incorporarlo al equipo de todos.
Esta vez, Sergio Markarián, quien no está ajeno a algunos llamados muy cuestionables, es quien parece tenerle cierta resistencia al ‘6’ de la Universidad San Martín (USM) que, ni por asomo, es inferior a Torres, Cruzado, ‘Toñito’ González, Nakaya, Lobatón, o cualquiera de los que en su posición – volante de primera línea- ha jugado en la selección en la era del ‘Mago’. Quizá, siendo muy exigente en el análisis, podría entender que su poca movilidad sería causa para no ser tomado en cuenta. Empero, esa falencia es largamente superada con una ubicación en el campo de juego y velocidad mental que pocos poseen.
O, de repente, habría que creerle a Alvaro Barco, gerente deportivo de la USM, quien comentó, hace varios meses, la única razón para que el ‘Churrito’ no vista la bicolor era no ser un jugador marquetero o ‘fashion’. Hasta la próxima.
Oswaldo Rivasplata. Vespertino Satélite.
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