jueves, 29 de abril de 2010

Adiós, Barcelona!


La mejor versión defensiva del Inter, coincidió con la peor ofensiva del Barcelona. El Inter de Milán, alcanza la final de la Champions sin tirar ni una sola vez a la portería de Valdéa. El Barcelona no va al Bernabéu. Al equipo de Guardiola le faltó lo que más ha tenido: talento y desequilibrio.

El entorno forjó un partido demasiado excitado, nervioso, alterado fuera de la cancha. Todo esto le pesó demasiado al Barcelona, acostumbrado a ganar y ser un equipo grande. El Barcelona no se caracteriza por remontadas fantásticas, es un equipo más poético. Frente a ellos, la mejor versión del Catenaccio, ese que inventó en los años 60, Helenio Herrera; ocho defensas y dos contenciones. El Inter es cruel con el fútbol, pero para los italianos defenderse es un arte y Mourinho sabe mucho.

Para llegar a la final, todo es importante aunque tu fútbol sea precavido, racano; así ha ganado Italia los mundiales. El Inter es profesionalismo puro.

Para la gente que ha seguido muy de cerca la UEFA Champions League y el fútbol mundial en general, les digo que el Barcelona no merecía ser eliminado por el Inter.

El Inter jugó con ocho defensas y dos medios de contención. Así lo planteó Mourinho, por eso el Real Madrid no va a contratarlo, porque busca ser un equipo espectacular y no tan defensivo como el equipo italiano y a pesar de que el Inter jugó sin italianos, tiene un cuadro salpicado de estrellas.

Inter se ganó el derecho de jugar la final de la Champions, al igual que el Bayern. No hay ninguna envidia, no hay ningún problema, no hay pretextos.

Los árbitros intervinieron en el partido de ida y de vuelta de esta serie... pero éste es el nivel que vamos a encontrar en el Mundial de Sudáfrica. No esperen otra cosa, no esperen a equipos de bajo nivel, se va a jugar a un fútbol de gran calidad.

Lo único que queda decir es: ¡Qué malos son los árbitros!

José Ramón Fernández. Espn.com

miércoles, 28 de abril de 2010

Una ronda no es suficiente


Tan bueno como los jugos de doña Violeta en el gimnasio Planet de la calle Bolognesi, la clasificación de Alianza Lima y Universitario a segunda fase de Copa Libertadores 2010 merece un aplauso prolongado. Hasta acompáñelo con un buen vino de Cascas si quiere.

Razones hay varias y van desde la manera en que se concretó – con dos equipos de propuesta clara, nunca temerosos y fuertes colectivamente-, ante rivales muy respetados – uno de ellos actual campeón de América-, hasta las nostalgias que generó: más de 10 años que dos clubes peruanos no superaban la primera ronda. Es tal el asombro que ni la FIFA se guarda elogios y considera a cremas y blanquiazules como los cuadros sorpresa del torneo.

Sin embargo, hasta allí bien y punto. Porque luego, suponer haber “retornado al primer plano de fútbol sudamericano” o “que el glorioso balompié peruano resurgió” es tan errado como creer que mi adorada Vicky cocina rico.

La categoría de grandeza está asociada a la permanencia y no a hechos aislados como, en este caso, gozan dos representativos nacionales. O si no fuera así, démosle la misma dimensión a Bolognesi, Alianza Sullana y Sport Ancash que en años recientes pasaron a segunda ronda de la Copa Sudamericana. Y también a Cienciano que nos habría “vuelto al primado continental” con la hazaña del 2004 y ya sería un grande de Sudamérica.

No nos equivoquemos. Esta campaña de grones y cremas, si bien es importante para una realidad futbolera que nos tiene como los peores y sin mínima trascendencia internacional, no pasará de un bonito recuerdo si es que no alcanza instancias finales del certamen (¡hagamos fuerza!) pero, además, no marca el inicio de mejores panoramas para un balompié cholo muy desprestigiado. Y eso implica mantenernos así, protagónicos, dando pelea siempre y no cada 10 años. Hasta la próxima.

lunes, 26 de abril de 2010

Máquina de ilusiones


BUENOS AIRES. Estamos un poco hartos de Messi, ¿no? De acuerdo, es un crack sin comparación, mete de a cuatro goles, durante el año pasado fue ungido número uno por los jurados futboleros más prestigiosos y, por lo tanto, se quedó con todos los premios.

No vamos a descubrir aquí los esplendores evidentes del jugador del Barcelona, ni vamos a discutir -faltaba más- su pleno derecho a figurar en todas las publicaciones, en todas las publicidades, en todas las conversaciones deportivas, sobre todo ahora que el campeonato de Sudáfrica está a la vuelta de la esquina.

Es que precisamente por eso, por tratarse de alimento informativo forzoso, empieza a caer pesado. Más todavía cuando sólo se acumulan elogios y vaticinios desmesurados.

Sin embargo, la dimensión de Messi -de su figura y no tanto de sus gambetas fulminantes y sus goles- invita una vez más a la reflexión. A tratar de imaginar las nuevas posiciones del fútbol y sus adalides en el trazado del poder económico mundial.

Si hay algo que no reconoce fronteras son el fútbol y el éxito. Lionel Messi es una buena síntesis que ha seducido incluso a uno de los mayores fabricantes de autos de China, lejano país y en apariencia ajeno a la tradición de la pelota.

La empresa Chery, que vendió el año pasado nada menos que 500 mil unidades y exporta su producción a 80 países, firmó un contrato con el rosarino para que sea el embajador internacional de la marca. Más precisamente de su modelo de alta gama, el Riich.

China ha desplazado a Estados Unidos como el principal mercado automotriz del mundo. Y -lo vienen sosteniendo los expertos como una profecía indiscutible- el gigante en expansión, más temprano que tarde, marcará el ritmo de los negocios a escala planetaria.

No sé cómo funciona la cabeza de los especialistas de marketing. Qué clase de deducciones realizan, qué interpretación de los deseos ocultos de sus potenciales clientes, qué operación simbólica los lleva a decidir el representante de una marca.

Como fuere, no deja de ser llamativo que una estrella del fútbol ayude a embellecer la imagen de la industria china, cuya excelencia suele estar bajo sospecha (basta con entrar a alguna página de fierreros para comprobarlo), a tal punto de convencer a los europeos más adinerados de comprar un Riich.

Se supone que algunos de los atributos de Messi se trasladarán a la imagen del auto -o de la industria automotriz china, cómo especificarlo-, transmigración difícil de corroborar, toda vez que entre Messi y un cero kilómetro de cualquier nacionalidad no parece haber cualidades compatibles.

¡Ya sé! Es mero pavoneo. La empresa Chery sólo pretende demostrar su poderío, que le permite, entre otras movidas promocionales, contratar como embajador a uno de los diez deportistas mejor pagos del mundo y rey del fútbol.

En cualquier caso, Messi continúa proyectando ilusiones, planes de negocios, estrategias globales. La carga más pesada, por ahora, es la que prácticamente lo obliga a erigirse en figura del Mundial, reproducir el efecto Maradona 86. De lo demás, probablemente ni se entere.

A veces mueve a sorna el encapsulamiento de Messi en su burbuja futbolera. Su horizonte que no va más allá de la línea de cal, de su ámbito de trabajo. Otras veces, se entiende a la perfección.


Alejandro Caravario. Tomado de Espndeportes.com

sábado, 24 de abril de 2010

Canchas sintéticas, sí



Tanto como que en cualquier discurso reflexivo del clero no debe estar ausente el mea culpa por niños violados a manos de pederastas con sotana, cuando se habla de la conveniencia del césped sintético en estadios peruanos tampoco debe evitarse un aspecto trascendental: nuestra realidad en infraestructura atlética.

Y lo digo porque recientemente en Trujillo, ante la milésima pregunta que le hicieron sobre las canchas de marras al jefe del IPD Nacional, este respondió como casi siempre cuando de verde plástico se trata: ofuscado. “Seguro hasta usted juega en sintético… en el Mundial de Sudáfrica se van a aprobar esos campos… además, quienes se quejan son los jugadores viejos…”, exclamó, entre otras frases, don Arturo Woodman, despreciando a varios futbolistas veteranos que, si bien no dejan de tener cierta razón, tampoco deberían olvidar que habitan en un medio con extremas carencias deportivas.

Y es que, si las superficies con grama de hule son aceptables no es porque la FIFA las apruebe, el balón corra sin saltos o los jóvenes quizá no se lesionen y los veteranos sí. Aquí hay sólidos argumentos de tipo económico, ecológico y de uso masivo que, en un país con muy pocas canchas naturales en buen estado, enormes círculos de pobreza y alto grado de polución como el nuestro, sería tonto no avalar.

O, sólo por dar dos muestras: ¿acaso no son valorables los millones de litros de agua ahorrados en un terreno que no necesita ser regado y los miles de litros de pesticida que se dejan de usar para combatir plagas o el desuso de fertilizantes? Adicionalmente, ¿no importa que hoy, sólo en el estadio Mansiche, cientos de deportistas de distinta condición entrenan a toda hora sobre su césped y antes, con campo natural, sólo se podrían, reglamentariamente, jugar cuatro partidos por semana? Huelgan comentarios. Hasta la próxima.

lunes, 19 de abril de 2010

Por amor a la camiseta, nunca más...



La semana deportiva trujillana no sólo estuvo movida por la victoria de la Universidad Vallejo -por 2 a 1 ante San Martín- y su retorno al liderato del torneo Descentralizado. También sonó la aparición del “desaparecido” mandamás de Carlos Mannucci, Daniel Salaverry, y su anuncio – inconcreto, de paso- de seguir al frente del popular cuadro local esta temporada. Sin embargo, y dentro de mi arbitrario análisis, hubo otra noticia que resultó más importante pero no por ello muy trascendente en los mass media durante los últimos siete días.

Leyendo el diario Satélite me enteraba que dos clubes de gran arraigo en el medio soportaban terribles crisis pues sus jugadores amenazaban abandonarlos en tanto no se les cumpliera con cancelar sueldos atrasados. Y la situación resultaba entendible salvo, por un detalle que no es menor y que, considero, sirve para entender también porque tenemos un fútbol tan pobre. Se trataba de dos entidades amateurs: Alianza Trujillo y Alfonso Ugarte. El primero del barrio Malambo y el segundo del legendario pueblo de Chiclín.

Ambos, formados al cobijo de deportistas e hinchas que, seguro, tenían la única intención de hacer feliz a su colectividad a través del fútbol y dentro de un entorno, el deporte aficionado, que no nació para ser manchado por el estúpido afán monetario como condición ineludible para defender una camiseta.

Lamentablemente, el amateurismo ha degenerado y jugar por cariño ya no es lo preponderante. Por eso cada año, a mitad de los torneos de liga, vemos situaciones impensadas hasta fines de los 80: equipos abandonados por futbolistas que reclaman haberes ante dirigentes que desaparecen.

Y esos, malos directivos que no sinceran su realidad económica, son los verdaderos culpables. No clubes millonarios que “rompen el mercado” o atletas que ven el deporte no profesional como medio de subsistencia, tal como aluden varios. Hasta la próxima.

viernes, 9 de abril de 2010

Bien, señor Vallejo



Siete partidos consecutivos ganados, puntero absoluto y la mejor diferencia de goles, ni en mis sueños más optimistas hubiera imaginado una campaña como la que hasta ahora cumple la Universidad Vallejo en el torneo Descentralizado. Jugadas ocho fechas, el equipo de Mario Viera ha roto todos los pronósticos y, con total justicia, se ha colocado en la fila de favoritos para alcanzar uno de los tres cupos a Copa Libertadores como era el objetivo anunciado a inicios de temporada.

Pero, lo más importante, el cuadro trujillano evidencia una práctica que debería institucionalizarse dentro de un fútbol tan informal como el nuestro: la planificación de largo plazo. La UCV, que por si fuera poco también lidera el campeonato de reservas, evidentemente conjuga varios factores de tipo económico (mantener el club cuesta tres millones de dólares según su controvertido presidente) y logístico para esta dulce realidad; sin embargo, también hay uno y de carácter directriz, fundamental: haber actuado con el criterio de quienes respetan los procesos en tanto estos demuestren pruebas de ir bien encaminados.

Y es que no pocas ocasiones en los últimos tres años, Viera parecía desaparecer ante rachas negativas y la presión de la prensa –en la fase de preparación 2010 sólo ganó una vez-, pero la dirigencia prefirió siempre respaldarlo hasta, incluso, contratar la mayoría de refuerzos que solicitaba y mantener la base del plantel cada temporada.

Hoy, las lógicas consecuencias, se notan: en el 2008 Vallejo estuvo cerca (perdió la clasificación a Copa Sudamericana en la última fecha), el 2009 concretó su objetivo y, en el actual torneo, comanda la tabla - lo que nunca había ocurrido - y es uno de los serios candidatos al título. ¿Qué se puede caer?, obvio, pero eso, como levantarse también, es parte del fútbol. Hasta la próxima.

lunes, 5 de abril de 2010

Deporte de película



No la he visto aún. Tampoco, confieso, soy un asiduo concurrente a las salas cinematográficas salvo en periodos de enamoramiento y cuando las monedas no alcanzan para cenas de medianoche en restaurantes fichos. Sin embargo, sí leo sobre cine, y mucho más cuando se trata de temáticas que incluyen al deporte como parte medular dentro de su estructura.

Es el caso de “Invictus”, película norteamericana que se estrenó hace unas semanas en Perú y que llama la atención porque revela pasajes no imaginados - al menos por quien escribe- dentro de la lucha de los sudafricanos por desterrar el maldito apartheid.

Jhon Carlin, periodista y excorresponsal en Sudáfrica del diario inglés The Independent, fue testigo del fin del régimen de facto que condenó a millones de sudafricanos negros a vivir, durante casi medio siglo, la segregación institucionalizada más feroz que se recuerda en la historia del mundo contemporáneo. Nelson Mandela, encerrado 27 años y luego elegido presidente de su país en 1994, fue vital en esa lucha contra la división racial.

Sin embargo, llegar a su objetivo corría severos riesgos y una inminente guerra civil tomaba forma a mediados de 1995. Hasta que llegó aquel bendito día de junio. Esa tarde del final del campeonato mundial de rugby, apareció, nítido como el sol en un horizonte opaco, uno de los más efectivos mecanismos de unión y desarrollo social que pocos valoran: el deporte.

“En ese partido, Sudáfrica se fundió en una sola… el resultado final del juego ya no era importante… los afrikáners (sudafricanos blancos) entendieron que Mandela no era el terrorista que durante años dijeron que era. Y entonces, la Sudáfrica blanca hizo lo que la Sudáfrica negra ya había hecho: coronaron a Mandela como su rey” dice Carlín en “El Factor Humano”, libro que inspiró un film que muchos, aficionados del ejercicio o no, deberían ver. Clint Eastwood es el director y Morgan Freeman con Matt Damon los actores principales. Hasta la próxima.

viernes, 2 de abril de 2010

Odesur: seguir mejorando



Culminó la novena edición de los Juegos Odesur, en Medellín. Quince países que, como cada cuatro años, compitieron por ser los mejores dentro de una suerte de olimpiada sudamericana. Colombia, con 372 medallas, dio el histórico batacazo, avalado en su buen trabajo pero, además, en su condición de anfitriona y la numerosa delegación que presentó. Segundo se ubicó Brasil, con 355 y el tercer lugar fue para Argentina, última campeona, que obtuvo 263.

Los cafeteros nunca antes fueron primeros. Pero la agresiva política de desarrollo deportivo que el gobierno de Uribe ha instalado a través del Coldeportes –entidad similar al IPD nacional-, ha dado sus frutos y convertido a la tierra del ‘Pibe’ Valderramada en una nueva potencia atlética continental.

Una condición más que envidiable para nosotros, que hace unas décadas los mirábamos desde arriba. Perú, a pesar de conseguir superar la cantidad de preseas logradas en Buenos Aires 2006 –aquella ocasión logró 43 y esta vez sumó 71, de las cuales 19 fueron doradas- quedó demasiado lejos de los líderes y generó una impresión entre alegre y reflexiva, evidencia de que hay algo por celebrar pero también bastante que mejorar.

Luego, dentro de un plano muy local, Trujillo aportó con sólo tres deportistas en el equipo peruano. Una participación ínfima si consideramos que esta fue la delegación más numerosa que nuestro país presentó en torneo alguno: 237 jugadores. Andrea Cedrón y Patricia Quevedo, en natación y Sandra Guibert, en vóley, pusieron su máximo esfuerzo. Las dos primeras, muy jóvenes aún, acumularon experiencia; en tanto, la Guibert alternó en el seleccionado que consiguió la medalla de bronce.

En la conclusión, se desprenden dos objetivos fundamentales de largo plazo: superar el sexto lugar para los Juegos 2014, en Chile y, además, aumentar el número de trujillanos convocados a cualquier delegación nacional. Para ambos casos, la receta es una: mayor voluntad política. Ciertamente, el aumento del presupuesto nacional para deporte afiliado dado por el gobierno - de 8 millones de dólares se aumentó a 35 millones- es importante, pero todavía insuficiente. Porque material humano, lo hay. Hasta la próxima.