La pita se rompe, casi siempre, por el lado más débil. Pasó cuando Agustín Mantilla debió ‘ inmolarse’ por un pobre presidente. O te ocurre cuando no tienes ’vara’. Y pasa mucho en el balompié, terreno fértil para saltar las normas y no joder a un poderoso. ¿O alguien confía que la endeudada ‘U’ sigue en el Descentralizado sólo por justicia? Aquí, en la Capital de la Marinera, sucede continuamente, también. Recientemente, un club de Cartavio – Sporting Tabaco- fue justamente sancionado por la cobarde agresión a una terna de árbitros hecha por sus hinchas, algunos directivos y, según informaron los agredidos, por algunos futbolistas. Pero, vaya detalle, resulta raro que por situaciones tan similares otros, como Mannucci, nunca tuvieran el mismo destino legal: ser eliminados, inmediatamente, de la Copa Perú. De la misma forma, el cuadro carlista ha sufrido injusticias legales ante clubes con mayor poder y en instancias superiores a la Copa Perú provincial.
Y vayamos a extremos: en el 2000 hubo un cuadro respetado y se llamaba Unión Estudiantil. Jugaba de local y, por no tomar las medidas preventivas adecuadas – y el desatino de un carro policial-, una de las paredes colindantes al estadio Municipal de El Porvenir cayó, matando un pequeño recogebolas. Se investigó pero nunca se sancionó al club. Tenaud, Ugarte, Club Libertad y más elencos tradicionales, también han tenido favores en desmedro de rivales con poco peso.
En suma, nunca ha habido equidad y sobre un mismo hecho se dictan fallos según las influencias que el agresor tenga. Ojalá, y con esta decisión, se marque un periodo nuevo y limpio en la implantación de justicia en el fútbol amateur liberteño, sin distingo de camiseta o pesos extralegales. Hasta la próxima.
Oswaldo Rivasplata G.
Diario La Industria.
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