España se ha convertido en una potencia futbolística debido al gran trabajo que realizan, formando integralmente a sus jugadores desde pequeña edad. Su selección es la actual campeona mundial y de la Eurocopa 2008. En menores se acaba de coronar campeón europeo en las categorías Sub 19 y Sub 21, mientras que en la Sub 20 está actuando con éxito en el Mundial de Colombia. El FC Barcelona ganó la última Liga de Campeones y el Atlético de Madrid la Europa League en el 2010.
La mayoría de sus equipos cuenta con reconocidos centros de formación de jugadores. Lezama, inaugurado en 1971, pertenece al Athletic de Bilbao. Mareo lo es del Sporting de Gijón, que funciona desde 1978. El Real Madrid lo tiene en Valdebebas. Pero el más famoso de todos es La Masía del FC Barcelona, que inició sus labores en 1979.
Al esfuerzo de los clubes, se agrega el de la Federación Española de Fútbol, que desde el 2003 ha creado La Ciudad del Fútbol de Las Rozas, situada en la Comunidad de Madrid, donde forman integralmente a las futuras generaciones, primero como personas y luego como jugadores de fútbol, intentando crear una identidad de juego común en las distintas categorías de su selección.
Los campeonatos de Selecciones Territoriales forman parte importante del proyecto, pues les permite conocer a los jugadores. En cada territorial hay tres entrenadores que trabajan para ella y que lo hacen para la federación. Una vez al año todos se reúnen en Las Rozas, intercambian impresiones, y reciben información que es fundamental para el desarrollo del proyecto.
Luego a los jóvenes jugadores se les trabaja en los fundamentos futbolísticos, como que jueguen en corto y ampliando el campo; velocidad de circulación y pocos toques, jugando el balón en uno, máximo dos, teniendo el control del pase para que viaje bien, porque si se mueve mucho a un rival bien organizado defensivamente, se acabará debilitándolo. Tener mucha movilidad de la gente sin balón, con apoyos constantes. Realizar triangulaciones. Alternar el juego por el centro y por fuera (dos contra uno en las bandas), jugar en corto y en profundidad. Llegada a puntos de remate. Transición defensa y ataque y estrategia ofensiva, y no hay jugador que no haga ‘pressing’, porque si lo hay, se nota. Todo basado en el juego colectivo. Decálogo extraído de un boletín de la RFEF publicado en la revista “Don Balón”.
Los resultados están a la vista.
Luis Puigrós P.
Diario El Comercio
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