Los deportes nacionales más populares parecieran convivir en franca oposición. Cuando uno parece evolucionar, el otro empeora. Mientras el fútbol amaga una mejoría, el vóley parece hundirse cada vez más. Sucede ahora que los dirigidos por Sergio Markarián rompieron pronósticos en la Copa América y, en tanto, las mayores de la selección nacional han sido vapuleadas en el World Grand Prix 2011, donde jugaron nueve partidos y todos los perdieron.
¿Cómo comprender tales situaciones? Causa sería que la llegada del uruguayo como técnico del equipo de balompié, casi un científico de la planificación, el orden y el trabajo regulado dentro de una federación donde tampoco hay buenos dirigentes pero el dinero nunca es problema, contrasta terriblemente con la improvisación que debe soportar el nuevo estratega de “Las Hijas del Sol”, Luca Cristofani, reemplazante del coreano Kim Cheol - Yong, quien ni podía comunicarse fluidamente con sus jugadoras pues no hablaba bien el español.
Para afrontar la competencia en Asia el poco conocido DT italiano nunca pudo trabajar con su plantel completo; es más, tres juveniles – Yllescas, Uribe y Muñoz - se integraron dos días antes del viaje y agotadas por haber jugado el mundial en nuestro país. Las consecuencias, por tanto, resultan lógicas: sólo se ganó un set de 27 posibles además de reiterar errores infantiles en recepción y saque. Ciertamente Perú se ha enfrentado a las mejores selecciones del mundo en este torneo y su entrenador dice apuntar a las Olimpiadas de Londres 2012, pero eso no justifica rendimientos tan pobres y estando tan cerca del Sudamericano de Mayores, en setiembre. ¿O necesitarán un ‘Mago’? Hasta la próxima.
Oswaldo Rivasplata G.
Diario La Industria de Trujillo.
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