Oswaldo Rivasplata.
Vespertino Satélite
El más decepcionado con el pobre empate de la Universidad Vallejo ante el Independiente Santa Fe, jugado el pasado martes, no ha sido trujillano. Fue uruguayo y se llama Sergio Markarián. Porque el DT de la selección peruana vino, según sus palabras “para acompañar a Vallejo como un hincha más” en el inicio de la Copa Sudamericana y, además, anotar nombres que pudieran servirle para el proceso eliminatorio de selecciones que se inicia en octubre.
Pero, nada. Cero. Fue un choque más aburrido que bailar pegado con la hermana. El once azul no pudo armar dos jugadas nítidas de gol en noventa minutos o tener mando sobre el rival. Tampoco hubo alguno que superara los seis puntos de rendimiento, al margen, quizá, de los trajinadores Cazulo y Morales. Y así es difícil recuperar, el 23 de agosto - choque de vuelta -, un empate que sabe a muy poco. Si hay un consuelo es que los bogotanos tampoco mostraron gran cosa. A mejorar, Vallejo. Hasta la próxima.
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