Los futbolistas del Barça tienen brillo en los ojos. Los jugadores sonríen y no porque estén pendientes de una cámara que les haga la foto del año. La cara de esos niños que visten de azulgrana es el espejo del alma de un equipo que se lo pasa bien. El Barça ni sabe lo que es la tensión. Messi, Iniesta, Xavi, Pedro y compañía todavía son unos nenes. Son los chavales del colegio que esperaban la hora del recreo como agua de mayo.
No juegan en el patio, pero lo parece. No llevan 'baby', pero también lo parece. El 'Pep Team' ha convertido el Camp Nou en el patio del cole. Todo se hace con sinceridad y con una sonrisa. El Barcelona disfruta, se lo pasa en grande y eso se nota.
Otros equipos salen al campo con una armadura y un escudo, otros hasta juegan con casco, el Barça, no. Va con la verdad por delante y juega con el balón. El Barça no necesita motivarse pensando en los puntos. Es darle una pelota y sentirse más feliz que un niño con zapatos nuevos. Así es el Barcelona, el equipo más sincero de la historia. Su secreto está en la sonrisa.
Delfín Melero. Marca.com
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