jueves, 28 de abril de 2011

Fuerza, maestro


“El buen periodista siempre ha sido bohemio” universalizó, en su momento, Gabriel García Márquez. Máquina de escribir y vaso medio lleno, a la usanza de las viejas salas de redacción. Una combinación que, lejos de afectar el tino, resultaba como un eficaz afiatador en el cronista, lo pulía, le daba mayor claridad a sus ideas hasta culminar párrafos del mejor estilo, según ‘Gabo’. Epocas de finura sobre la Remington e inspiraciones mayores en la hora del cierre; de cenicero al límite y olor a ron sobre dedos golpeando.

Y de esos notables con la pluma en clima de bar Trujillo ha sabido de varios nombres. Y a uno de ellos, quien por estas horas sólo se está tomando un descanso para salir al segundo tiempo, hoy debemos recordar como excluyente referencia para quienes queremos el periodismo deportivo. Don Elder Lázaro Villacorta ha sido, por muchos años, figura del reporterismo en Trujillo y gran líder de opinión.

Lo sabemos quienes desde adolescentes leíamos su obligada columna El Deporte y la Crítica en el diario Satélite, saboreábamos sus artículos en el diario La Industria o luego, de efímera existencia, en el diario La Palabra, y hasta prendíamos la radio para oír sus claros comentarios. Pero también, quienes nos admirábamos con su afecto sincero y consejos cada vez que lo veíamos, sea en alguna conferencia o actividad atlética o, claro que sí, cuando los vasos resonaban y la risa era honesta. Y es que en él, amigo de todos y fanático del club Mannucci, los vertidos conceptos del autor de Cien años de Soledad se imprimen claritos, como el golpe de tecla sobre papel blanco. Fuerza, maestro. Hasta la próxima.

Oswaldo Rivasplata. Diario La Industria de Trujillo.

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