sábado, 2 de octubre de 2010

El deporte y las ánforas

Cada semana sudan la camiseta de Universitario (Rainer Torres), San Martín de Porres (Leao Butrón, que pronto será operado de la muñeca) o Cristal (Roberto Palacios) y ahora, en otra cancha (política), cambian la insignia del club por el símbolo partidario. En lugar de sumar puntos para conquistar el campeonato, necesitan acumular votos.

Aunque la participación de deportistas (en actividad o retirados) en las lides electorales puede ser parte de las estrategias del márketing político o la puesta en práctica del ‘celebrity endorsement’ (endoso de la popularidad de una celebridad), no podemos perder de vista que se ha producido lo que el politólogo francés Bernard Manin llama metamorfosis de la representación política.

Sucedió en nuestro mundo político. Durante las últimas décadas los partidos fueron perdiendo el partido con la ciudadanía. Las zancadillas (corrupción estatal y gubernamental), tiros al palo (las promesas incumplidas) y los ‘barrabrava’ (el comportamiento de las agrupaciones políticas y sus integrantes) erosionaron la confianza de la población al punto de que no solo privaron de credibilidad a las agrupaciones políticas, sino también minaron su representatividad. La desconfianza no solo apuntaba hacia las personas sino hacia lo que proponían (progreso absoluto, igualdad total).

Y al transformarse, según Raúl Trejo, los elementos constitutivos básicos del proceso político, se abrieron brechas en el espacio que definía a quienes eran considerados políticos. Si el quehacer político estaba destinado casi exclusivamente a los actores sociales provenientes de las canteras partidarias, hoy personas provenientes de diferentes espacios (farándula, si no, recuerden a Susy Díaz; deporte: Cenaida Uribe, Gaby Pérez del Solar y antes Cecilia Tait, en el Congreso, etc.) transitan por la vida política con mayor (Freddy Ternero y Paulo Hinostroza lograron una alcaldía) o menor éxito.

En este panorama de transformaciones no podemos olvidar cómo la evolución de los medios de comunicación afectó la forma de hacer política y la construcción de espacio público. Entre otras cosas, las imágenes y representaciones mediáticas relegaron a las ideas. En la comunicación política el homo videns (Giovanni Sartori) reemplaza al homo sapiens.

Por supuesto que estas cosas no son patrimonio del Perú. Por coincidencia el mismo día, 3 de octubre, mientras acá Butrón, Torres y compañía buscan un cargo edilicio, en Brasil, Romario, luego de cansarse de hacer goles, postulará para diputado. Veremos quién grita gol.

OTROS CASOS

Alberto Tejada: Es cierto, no fue un jugador, pero sí aquel que regulaba el accionar de los futbolistas. El ex árbitro Alberto Tejada es uno de los casos emblemáticos en cuando al cambio del rol deportivo por uno político. Aunque quizá no fue lo determinante, aprovechó su palmarés arbitral (EE.UU. 94 y Francia 98) para convertirse en alcalde del distrito de San Borja. Esta vez no irá por la reelección.

Romario y Bebeto: No solo por tierras peruanas se ven a deportistas postulando a cargos políticos. En Brasil, Romario y Bebeto, ex futbolistas y campeones mundiales con su selección, también se han presentado como candidatos para ser diputados. Bebeto postula por el Partido Democrático Trabalhista, mientras que Romario lo hace por el Partido Socialista Brasileño.

Fuera del fútbol: La mayoría de los candidatos del deporte proviene del fútbol, pero no siempre son los elegidos. Por ejemplo, desde el vóley han llegado al Congreso peruano Cenaida Uribe y Cecilia Tait. El que quiere dar el golpe es el boxeador Jonathan Maicelo, quien es candidato para regidor del distrito de San Miguel. A pesar de ser chalaco, dice que le debe mucho a ese distrito.

Marco Méndez. Docente PUCP.

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