A José Carranza, el emblemático capitán crema del último decenio, por mucho tiempo lo fastidiaban con una frase que usaba constantemente para disimular su pobreza lingüística cuando era entrevistado: “la U es la U”. Nada más. Corto y efectivo. Garra y sudor. Claro y preciso para quienes reconocen la característica que este elenco ha impuesto desde sus comienzos y ayer se hizo nítida en la gloriosa noche del Monumental. Pues cualquier hincha crema sabe que su cuadro no juega tan bonito pero pone mucho de clara y yema y deja la piel en la cancha. Que sus máximos ídolos no son el atildado ‘Chemo’ ni el delicado Martínez sino el ‘granítico’ Chumpitaz y el indomable ‘Lolo’. O si quieren el batallador Nunes y el corajudo ‘Puma’.
Y así, con harto huevo, el plantel de Javier Chirinos ganó el primer gran título internacional para los de Breña. Y todavía frente al que, quizá, es el club con mejor trabajo de menores que existe en el continente: Boca Juniors.
Muchos pretenderán frustrar su justa celebración y dirán que fue un torneo casi experimental, con equipos invitados y jugado íntegramente en Lima, además que los dos últimos partidos los ganó por penales. Pero la historia es inapelable y, en cualquier época, siempre recordarán que el campeón de la primera Copa Libertadores Sub 20 fue el peruano Universitario de Deportes. Un once plagado de figuras en ciernes como Romero, Polo y Flores (el mejor del certamen) pero, sobre todo, motivo para sonreír y confiar. Ojalá la notable conquista merengue marque un nuevo comienzo en el balompié nacional. Hasta la próxima.
Oswaldo Rivasplata G. Vespertino Satélite
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