miércoles, 5 de enero de 2011

Mala entraña

“Cabrones de mala entraña” ha vociferado, tan fuerte como su visceral manía de odiar a todo el que tenga cierto éxito, le plante cara o no haya encajado en su engranaje sicótico, Jaime Bayly, en un polémico artículo dentro de la revista colombiana Soho, que varios medios se han encargado de rebotar con barro y ventilador. “Va dedicado a todos aquellos que alguna vez me hicieron daño” simplifica, incluido su propio padre y hasta Mario Vargas Llosa.

Y, trayendo esa bilis sobre papel a Trujillo futbolero, hoy, no considero adecuado que Tenchy Ugaz pudiera reflexionar de esa forma cuando, años adelante, recuerde que alguna vez el equipo más popular del país – junto a la “U”- lo quiso en sus filas para hacerlo jugar Copa Libertadores y su club de pertenencia no le dio las facilidades. Porque, y esto no admitiría dudas, la oportunidad que el lateral derecho ha perdido era grandiosa en todos los sentidos. La mejor en toda su carrera. Y grandiosa también el error de no haberlo aprovechado por negativa de los directivos vallejianos o la impericia de su representante, Ricky Schancks.

Incluso, jugando en Alianza Lima – cuadro del cual es hincha desde pequeño-, el ex jugador de Sport Coopsol hubiera tenido mayores opciones de jugar en la selección nacional, su mayor sueño, y hasta – ¿por qué no?- , fichar por un club del exterior. Y no se trata de mezquinar a un elenco con aspiraciones como la UCV, sino de defender el derecho a progresar que toda persona posee.

“Te quiero y respeto, por eso te dejo ir”, me dijo, alguna vez, una querida pareja, la gran JM. Y la recuerdo siempre, nunca con mala entraña. Hasta la próxima.

Oswaldo Rivasplata González.
Diario La Industria de Trujillo.

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