lunes, 5 de julio de 2010

Así no se labura



“Fuimos con corazón más que con elaboración” dijo el lateral Gabriel Heinze a los reporteros, minutos posteriores a la debacle del seleccionado argentino y despedida del Mundial de Sudáfrica. Y su frase calca perfectamente el dibujo de un equipo que caminó sobre mojado y se mantenía en carrera básicamente por la gracia de sus atacantes o el coraje de sus integrantes antes que buenos criterios del comando técnico. Un grupo cuya cabeza, hoy, sobre leche derramada, recibe múltiples críticas por decenas de comunicadores que, repentinamente, ya no se atrevían por temor a la vergüenza mundial del que “la sigan chupando”, “la tengan adentro” o algún otro insulto planetario.

Pero no creo, en un análisis muy de salud futbolística, habría que lamentar tanto la eliminación gaucha teniendo en cuenta el poco nivel que Maradona le daba a un buzo de tal trascendencia. El Diez, si bien tenía un aparato logístico e informativo de primer nivel y comando sacrificado, rondaba entre la informalidad y la improvisación a la hora de trabajar, más allá de que siempre defendió ser ofensivo en la cancha como forma de sentir el fútbol.

Empero, verlo burlarse de los periodistas, gruñir a sus rivales o hacer de los entrenamientos una ‘pichanguita’ no le hacía bien a una profesión que hoy tiene a Bielsa, Low, Tabarez, Martino o Del Bosque como sus mejores exponentes y hubiera encontrado en el estilo ‘DT jugadorista’ (recojo un título de prensa bonaerense) un mal ejemplo que , con una clasificación a semifinales, se hubiera acreditado hasta extenderse como la ‘nueva fórmula’. Y así, y por algo se lamenta más la humillación del juego que el propio resultado, no se debe ‘laburar’. Por más que venga del mejor futbolista que mis ojos vieron. Hasta la próxima.

Oswaldo Rivasplata. Diario La Industria de Trujillo.

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