jueves, 25 de noviembre de 2010

La marca de Bielsa



"Los momentos en que he crecido tienen que ver con los fracasos; los momentos en que he empeorado, tienen que ver con el éxito. El éxito es deformante, engaña, nos vuelve peor, nos ayuda a enamorarnos excesivamente de nosotros mismos; el fracaso es todo lo contrario, es formativo, nos vuelve sólidos, nos acerca a las convicciones, nos vuelve coherentes”


Podría ocupar las 16 páginas de este vespertino para exponer los conceptos que Marcelo Bielsa sigue expresando sin que alguno de ellos, ni por asomo, se torne vacío o con sabor a floro, que tan común resulta en el peloterismo cholo plagado de verseros de cuatro soles y pocos profesionales.

El ‘Loco’ se despidió como entrenador del seleccionado chileno en un marco tan masivo como emotivo, tan abrumador como sincero el cual, probablemente, nunca tuvo copias en nuestro país desde las épocas de Seúl 88, consecuencia del cariño que se supo ganar, a punta de responsabilidad y disciplina, en el pueblo mapocho.

Con un equipo saturado por las inconductas y que ni en sueños tenía esa dupla de delanteros de los noventa Zamorano- Salas, Bielsa sacó petróleo y lo puso en el Mundial de Sudáfrica con el absoluto merecimiento que un juego ordenado y siempre frontal – sea local o de visita- le brindaron. Pero eso no ha bastado para que su ida genere tantos lamentos. Es que este científico metido a DT ha labrado, además, ideas que han traspasado lo futbolístico e influido en la manera de ver el precio del trabajo colectivo y respeto por la persona en esa sociedad: Bielsa ha promovido la dignidad como mayor valor, la humildad como estandarte, la disciplina como forma de vida y la defensa del desposeído como partes de una estructura de trabajo que trajo enormes resultados. Más aún, nunca dejó de laborar y dio más de 40 conferencias sobre calidad de vida en zonas humildes.

“Gracias, ‘Loco’ por devolvernos la dignidad” se leía en uno de los cientos de carteles que inundaron el Monumental de Santiago, hace cinco días.

A ver si algunos, por aquí, aprenden algo. Hasta la próxima.

Oswaldo Rivasplata González. Vespertino Satélite.

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