jueves, 19 de agosto de 2010

Eyaculación precoz

Vaya que estamos ansiosos. Acaba de terminar Sudáfrica 2010, pero pareciera que Brasil 2014 empieza mañana. De la selección para Eliminatorias, ya sabemos la marca que la viste, la concentración que la albergará, la sede que utilizará cuando juegue de local, y hasta queremos que ya elijan de una buena vez al capitán, sin saber si nuestro candidato, 'a priori' será siquiera convocado para ese entonces. ¿No será mucho? Si seguimos forzando las cosas, pronto sabremos qué marca y color de terno usará Markarián para el debut, y cuál será el menú para ese día.

También queremos que Markarián nos defina ahorita mismo si jugará con tres o con cuatro en el fondo, aunque, si nos puede dar el equipo completo, mejor. Además se pretende tener claro si algún nacionalizado de los muchos que lanzan alegremente su oferta de 'afiliación' a diario, tiene posibilidades (un ratito pues, esperen que al menos conozca primero a los nacidos acá, ¿no?). Ah, por si fuera poco, ya empezamos la enésima polémica acerca de si Palacios o Solano deben estar en el equipo base del nunca tan bien apodado 'Mago'. Hay una verdadera contradicción: por un lado queremos “adelantar” las Eliminatorias a fuerza de hablar de ellas mañana, tarde y noche, y por el otro, estamos en la “onda retro” pensando en jugadores de hace 15 años atrás.

Nos parece fantástico que luego de muchos años exista el esbozo de un proyecto auténtico, planificado, pero vamos corriendo demasiado fuerte en la primera cuadra de la maratón, y quien lo hace puede llegar algo extenuado a los metros finales. En ninguno de los otros nueve países sudamericanos los temas eliminatorios son debate nacional, lo que no significa que varios de ellos dejen de trabajar bajo una prudente discreción.

Pero aquí hemos convertido la desesperación en alboroto. Parecemos de esos convictos solitarios confinados en prisión que luego de muchas lunas encontraron quizá por única vez alguien con quién compartir la jornada de visita conyugal y ya llegamos al orgasmo antes de siquiera empezar la sesión, casi una eyaculación precoz. Hay un estado de sobreexcitación futbolística preocupante, es notorio que hace décadas no vamos al mundial, nuestra ansiedad lo delata. Pero todo tiene su tiempo, su lugar. El “morbo mundialista” también.

Carlos Univazo.
http://www.ovación.com.pe/

1 comentario: