El investigador y sociólogo estadounidense, Thomás Rouzer, asegura, existen tres formas básicas y universales de relaciones interpersonales, tan importantes en todo grupo social. El estilo pasivo (el líder no sabe defenderse y siempre se aprovecharán de él), el estilo agresivo (el líder amenaza constantemente y la gente no le respeta sino le teme) y el estilo asertivo (expresa su sentir sin permitir que se aprovechen de él pero también escucha a los demás). Luego, expone que, según circunstancias, cualquiera de las tres formas es viable. En cambio, le queda claro que, en ningún caso, la agresión verbal constante será manera de comprometer efectivamente a los integrantes hacia un objetivo.
Hago la introducción para encajar con la moderada polémica generada por las formas de orientación o “motivación” que Natalia Málaga utiliza para dirigir a las seleccionadas nacionales quienes en pocas horas debutarán en las Olimpiadas Juveniles de Singapur.
En deportes colectivos y de situaciones tan emotivas y extenuantes como ocurren en el vóley un carajo nunca está de más, lo entiendo. Que muchas veces se usa como válido recurso para desaletargar al compañero, también. Hasta lo he recibido en charlas técnicas cuando jugaba en torneos de liga. Pero siempre será un recurso, nunca una metodología. Y si “Malamala” -basta con verla por tv cada partido-, se pasa el 60 por ciento de los minutos de tiempo muerto que se permiten para vituperear antes que transmitir confianza y así desperdiciar valiosos segundos de estrategias que puedan recomponer al plantel, entonces algo anda errado.
Y no digan que Man Bok Park era peor pues eso es parte del mito urbano. El surcoreano, sí era disciplinado y rígido en sus gestos como típica forma oriental, pero nada más. Y hasta la Tait, Fajardo, Torrealba, Uribe y muchas a quienes dirigió así lo han aclarado (leer http://elcomercio.pe/noticia/622763/que-piensan-olimpicas-seul-88-sobre-matadorcitas). Hasta la próxima.
Oswaldo Rivasplata. Diario La Industria de Trujillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario